Este es el segundo artículo sobre arte contemporáneo africano; si quieres leer antes el primero: aquí.
Africa remix, 2004, en Düsseldorf
Simon Njami creó la revista Noire en 1991. Su visión era internacionalista, universalista, con lo que rechazaba los conceptos de arte exótico o africano, como se vio en el primer artículo. Njami decía que eran tan africanos los que vivían en el continente como los que vivían en París o Nueva York, si el artista así se definía a sí mismo.
“Queríamos cambiar las tonterías que oíamos, incluir África en el mundo.”
Simon Njami
Berangerelacour / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)
Yinka Shonibare Mbe
El artista británico y nigeriano Yinka Shonibare Mbe aplicó el Vlisco a una biblioteca entera de libros, a un salón victoriano, a extraterrestres y astronautas, e incluso a sus propios autorretratos. Un humor un tanto sombrío pero siempre interesante.
«The British Library» (Detail), Yinka Shonibare, Turner Contemporary, Margate, cc-by-sa/2.0 – © Matt Harrop – geograph.org.uk/p/5093049
Africa Remix unió a 150 artistas de 89 países con una gran variedad de medios de expresión: fotografía, pintura, instalaciones, esculturas, música, diseño, dibujo y nuevos medios. La gran mayoría de obras son de los años 2000, posteriores a Magiciens de la terre.
Samuel Fosso
En los años 70, un niño llamado Samuel Fosso trabajaba en un estudio de fotografía en Bangui, República Centroafricana. En los tiempos muertos entre sesiones de clientes y con los negativos no utilizados, encendía los proyectores y se fotografiaba con trajes que recordaban el glamur de las vedetes del music hall de la época, que encontraba en las revistas. Más tarde produjo la serie African spirits, con la que entra en la historia del arte. Esta serie evoca los sueños panafricanistas del período precedente, las independencias. Fosso desaparece para mostrar autorretratos representando formas narcisistas de sí mismo, en dimensiones y formas diversas, a veces contradictorias.
Chéri Cherin
Chéri Cherin, cuyo verdadero nombre es Joseph Kinkonda, nació en 1955 en Léopoldville, la futura Kinshasa. Su «Parlamiento» no es naíf ni inocente, es profundamente subversivo. Junto a Chéri Samba y Moké forma parte de los más importantes artistas congoleños. Prefiere los temas sobre el poder, lo que le causó problemas durante los últimos años del régimen de Mobutu, o la vida popular en Kinsasa.