Calidad de un eBook

Una pregunta en Twitter me inspiró para escribir sobre la calidad de los eBooks. Dejaré de lado el tema de qué es un eBook; para este artículo me referiré solamente al formato ePub, que es un estándar (ya convertido en su última versión en norma ISO 30135) que utilizamos en 2709 books. Probablemente todo lo escrito para ePub se pueda extrapolar a formato mobi y quizá también a pdf.

Anteriormente otros blogueros de reconocido prestigio han comentado este tema: Bernat Ruiz Domènech, Cuadratín, Aharon Quincoces o José Luis Merino. En estos artículos se hace hincapié en que es necesaria al menos la misma calidad en el eBook que en el libro de papel, y detallan ejemplos de «calidad mala». En concreto, la aplicación Sigil, abandonada durante unos años y de nuevo retomada, se lleva la mayoría de las críticas, incluso llegando a considerar cualquier eBook que haya pasado por ella «un timo». Me parece cuanto menos curioso que se ataque a una herramienta de software libre, y no se haga lo mismo con herramientas carísimas utilizadas mucho más a menudo para generar eBooks con infinidad de código erróneo, a veces ilegibles en diferentes plataformas (estoy pensando en Ms Word o Adobe InDesign).

Esta entrada no trata de defender a Sigil, que es sólo una herramienta: nadie echaría la culpa de un cuadro mal colgado a la calidad del martillo. Trata de definir qué es la calidad de un eBook. Y he aquí el principal problema. La calidad no es un atributo binario, la tiene o no la tiene, sino que es una gama de grises extensísima, de la cual no conocemos ni principio ni final (ni blanco ni negro). Me explico:

  • Calidad cero: un eBook de calidad cero no es un eBook, es otra cosa. Por ejemplo, aquellos libros con un DRM muy estricto que exige tantas aplicaciones instaladas que nadie llega a leerlos. No tienen calidad alguna porque no se pueden evaluar.
  • Calidad total o máxima: ¿seguro que existe un eBook perfecto? ¿Que no se puede mejorar de ninguna manera? Siempre se puede mejorar, pero es prohibitivo económica o temporalmente, y no merece la pena. Por tanto se asume un compromiso entre el nivel de calidad que se desea y cuánto tiempo o dinero se está dispuesto a invertir.

Por simplificar, podemos dividir la calidad en tres niveles, cada uno mejorando el anterior. Si no se alcanza el primer nivel, como queda dicho, no es un eBook.

  1. fichero correcto
  2. validación automática
  3. validación manual

1. Fichero correcto

  • El eBook se puede leer en el eReader. Aunque no tenga ningún sentido.
  • El eBook tiene un nombre, un título, quizá una portada.
  • La característica que lo diferencia del siguiente nivel de calidad es que no pasa ningún filtro automático.

Este es un nivel de calidad muy bajo, pero aun así hablamos de que tiene calidad.

2. Validación automática

Existen de muchos tipos, pero todas ellas tienen en común que la validación es realizada por una máquina. Por simplificar, dividiré las validaciones posibles en dos: técnica y ortotipográfica. La segunda es común a los libros en papel.

2.1. Técnica:
Para validar un ePub existe una herramienta muy difundida llamada epubcheck. Además, puesto que un ePub contiene código HTML y CSS, siempre es conveniente validarlos con las herramientas oficiales del w3c. No quisiera olvidar las validaciones de accesibilidad para casos en que nuestro ePub se vaya a leer en un navegador o tableta, para asegurarnos de que la mayor cantidad de personas pueda leerlo. El w3c lista medio centenar de herramientas para este propósito, muchas de ellas en línea: no hace falta descargar ni instalar nada.

2.2. Ortotipográfica:
También llamada corrección de nivel «lo he pasado por el Word». Da igual qué aplicación se utilice. Aquí también entrarían las habituales y tristes traducciones automáticas. Muchos eBooks de fondo de catálogo de grandes editoriales tienen este nivel de calidad, porque no guardaron el fichero original y están escaneando el papel, que es más barato que poner a una persona a teclear el libro a mano. O incluso si tienen el Word o InDesign original, les cuesta menos tiempo y dinero (el compromiso mencionado arriba) hacer una exportación automática a revisarlo o corregirlo.

3. Validación manual

Cualquier validación o aportación en que participe una persona, aunque sea ayudado por una máquina. De nuevo las voy a dividir en dos tipos, técnicas y ortotipográficas.

3.1. Técnica:
En los enlaces vistos arriba hay bastantes ejemplos que no repetiré. Otro excelente artículo a este respecto es el de Rebeca Ruiz. Además, hay muchas validaciones técnicas que podemos hacer y no puede hacer una máquina, no todavía y que yo sepa:

  • ¿Están todos los metadatos opcionales? Para los obligatorios sí hay avisos en epubcheck. Los metadatos por defecto o automáticos, ¿son correctos?
  • ¿Tiene metadatos la imagen de portada, el resto de imágenes? ¿Tienen copyright, están suficientemente descritas en los créditos?
  • ¿Los encabezados h1, h2, h3… están en orden? ¿Se usa <strong> en lugar de <b> o <cite> en lugar de <em>?
  • Hay infinidad de validaciones posibles, basta seguir la definición del estándar ePub.

3.2. Ortotipográfica:
También llamada corrección de nivel «una errata me impide leerlo». Aunque hay excelentes cursos como el de Cálamo y Cran, y congresos internacionales para aprender, un corrector profesional es una persona tal que así:

¡Una errata!
Imagen de @zapa originalmente publicada en @homodefectus. Gracias a Carmen por la referencia.

Los eBooks de 2709 books pasan hasta cuatro validaciones manuales: dos técnicas y dos ortotipográficas. Cada una de ellas mejora la calidad del eBook.

Para cerrar, la calidad de un libro no es un atributo fijo, sino dinámico. Por ejemplo, si después de publicar y vender nuestro eBook encontramos una errata (sea tipográfica o técnica) tendremos que valorar si la incorporamos a los futuros libros, y quizá también a los pasados, ofreciendo una nueva descarga a los clientes que ya hubieran comprado ese eBook. En este sentido, es ejemplar el magnífico registro de modificaciones público que mantienen Ganso y Pulpo.

4 comentarios en “Calidad de un eBook”

  1. Apreciados amigos, de entrada no me resigno al apelativo de «bloguero de reconocido prestigio», prefiero pensar que doy mis opiniones y contribuciones y que cada cual las pesa luego.
    En mi posición particular el debate de la calidad del ebook no se centra en si las herramientas son o no de pago, libres o cautivas. La correcta ubicación de los metatarso, el respecto de las normas de composición (el encabezados, los párrafos, la corrección ortotipográfica…), la corrección de la semántica que subyace en un ebook y que lo hace más fácil de usar, eso constituye el esqueleto de la calidad. No es tanto dinámico el concepto. La calidad de un ebook es lo que le hará fácil de usar, de consultar, de modificar en su aspecto en favor de hipovidentes (por ejemplo) sin perder ninguno de sus otros atributos. No es fácil combinar esto con el aspecto «agradable» y esto es uno de los problemas que el desarrollo del ebook tiene ante si.
    Si bien digo que la calidad no es un concepto dinámico, sí es dinámico, en esto estoy de acuerdo con vosotros y con los amigos de Ganso y Pulpo, el proceso por el cual se afina su calidad. Un registro de variantes, el reenvío de la última corrección depurada y mejorada a quien compró la anterior, hacen de una editorial un ejemplo de desarrollo y atención. Lo cual nos lleva a la ética de la edición de calidad como expresión no solo del compromiso del editor con su labor profesional (¿llamaremos profesional a un chapuceras, a un mecánico aproximativo, a un médico descuidado?), sino también con el lector, con el ebook como objeto y con el lector; ponedlo en el orden que deseéis que el resultado final es siempre un ejercicio de profesionalidad y ética con el trabajo y con las ideas que in libro puede vehicular. En fin me ha salido un comentario algo extenso, pero merecía la pena apuntar unas ideas con las que sustancialmente coincidimos vosotros y yo mismo. Un saludo cordial.

  2. Pingback: Crear un ebook - techleo

  3. ¡Gracias por leer el artículo, y más aún, por responder!

    Tu comentario complementa creo que muy bien el contenido en mi opinión y cita un par de temas que he olvidado, y en los que coincidimos: efectivamente, una revisión manual tiene el nivel de la persona que lo hace. Y en esto la calidad puede ser muy diversa.

    Creo que usar palabras como «timo» o «chapucero» me parecen fuertes en términos de calidad, al menos para ponerlas por escrito, prefiero usar comparaciones. Como queda dicho, hay eBooks cuyas editoriales consideran que no merece la pena invertir más tiempo o dinero en mejorarlos, y prefieren vender lo antes posible aunque la calidad sea inferior. Inferior o chapucero, hablamos de lo mismo.

    Y por supuesto está la ética de cada uno en su profesión, en la que reconoce los errores públicamente ante sus lectores o no. Olvidé decir que cuando la corrección se hace hacia adelante, es algo que tenemos en común con el papel (en este, con nuevas ediciones); pero si ofrecemos esta corrección a quienes ya han comprado el libro, esto es exclusivo de la edición electrónica y nos da un plus de calidad, como has dicho.

    Un saludo,
    Fulgen

    1. Buenas tardes, Aharon.
      Añado, al artículo de Fulgen y a vuestros comentarios, una reflexión acerca de los profesionales que parecemos estar más preocupados por la calidad de los eBooks. Para muestra, este post, ya antiguo, de Manuel Gil: PDF, ePUB y streaming, en el que nos contaba cómo una editora con un buen fondo estaba publicando la mayoría de sus libros digitales en formato PDF. Corregidme si me equivoco, pero tengo la sensación de que el debate se está impulsando por profesionales independientes y pequeñas editoriales (el grupo #ebookspain, del que formas parte, es una buena muestra de ello). Ojalá esta búsqueda de la calidad se extienda a grandes editoriales y entre todos podamos mejorar los eBooks que ofrecemos a los lectores. Creo que ayudaría a recuperar la confianza en la labor del editor, cada vez más en entredicho.
      Gracias por pasarte por el blog y compartir tus comentarios con nosotros.
      Marina

Los comentarios están cerrados.

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