Decíamos anteayer que la calidad de un eBook se puede dividir en cuatro niveles:
- Nivel 0: no es un eBook aún, no hay calidad.
- Nivel 1: eBook básico sin validaciones.
- Nivel 2: eBook validado automáticamente.
- Nivel 3: eBook validado manualmente.
Una vez hecho el eBook, y por tanto en calidad 1, necesitamos herramientas para validarlo automáticamente y por tanto estar seguros de que tiene calidad 2.
Es necesario hacer notar que ninguna herramienta podrá darnos un fichero perfecto; de igual modo, ficheros legibles y adecuados para la venta podrían no pasar la validación automática limpiamente. Veamos las herramientas y formatos primero.
Tipos de validadores
Los validadores interactivos son aquellos en los que cargamos el fichero, haciendo uno o varios clics. Podríamos decir que cualquier aplicación capaz de leer el fichero es un validador: por ejemplo, Adobe Reader para PDF, o Calibre para ePub.
Los validadores online son los que usamos a través de una página web; también son interactivos, con la ventaja de que no hay que descargar software; pero suelen ser más lentos y tener una restricción de tamaño del fichero.
Los validadores automáticos son aquellos que permiten una validación en batch o grupo, con lo que se pueden integrar en otras aplicaciones. Cuando una editorial desea vender su catálogo de libros en papel a eBooks tendrá que usar estas y otras herramientas.
ePub
- Interactivo: Calibre, Sigil, extensiones para los navegadores web.
- Automático: EpubCheck.
- Online: idpf Epub Validator.
- Interactivo: Adobe Reader o Acrobat, navegador web, Calibre.
- Automático: módulo de JHOVE.
- Online: Heights PDF Validator Online Tool.
CBR, CBZ
- Interactivo: Calibre, extensiones para los navegadores web, y cualquiera de estos (atención, CDisplayEx instala software malicioso).
Kindle mobi, azw
- Interactivo: Calibre, Kindle App, Kindle Previewer.
- Automático: KindleGen.
El eBook tiene un error, ¿qué hago?
Generalmente, los validadores interactivos no dan mucha información sobre el error, simplemente no lo pueden abrir. Por el contrario, los automáticos suelen dar información detallada. Algunos programas interactivos pueden intentar resolver el error (y crear un nuevo eBook correcto) o simplemente ignorarlo, y quizá muestren el eBook pese a todo. En cualquier caso, los errores hay que corregirlos, y suelen aparecer porque no se ha seguido el estándar, cosa que pasa a menudo con algunas herramientas de Apple, Adobe y Microsoft. Veamos el proceso básico de gestión de errores:
- Identificar el tipo de error:
- técnico: falta un fichero, una imagen es demasiado oscura;
- ortotipográfico (horticultura);
- formato: cursivas, el título sale más pequeño que el texto, que no está justificado;
- puesta en página: márgenes, viudas, etc.;
- ninguno y todos los anteriores: el capítulo 3 no se puede leer: ¿es el formato correcto?, ¿tiene el texto caracteres chinos?, ¿es texto color blanco sobre fondo blanco?, ¿margen de 50% a cada lado?…
- mejoras, optimizaciones: ¿seguro que no son errores, si no están presentes?
- Identificar dónde está el error: ¿en qué página del PDF?, ¿en qué fichero de los que componen el ePub?
- Averiguar o decidir cuál es el modo correcto: este paso es por lo general evidente, o no hablaríamos de un error. Otras veces encontramos un error sin más explicación de cómo resolverlo (a menudo: KindleGen).
- Valorar si se puede resolver, el impacto que genera y si merece la pena: a menudo sucede que resolviendo un problema se genera otro («quitando este margen arreglo esto, pero descoloca todo lo demás; si cambiara toda la puesta en página…»).
Por otra parte, si el error es trivial, quizá no merezca la pena resolverlo. Por ejemplo, un pie de foto sin cursiva en un libro que ya se está vendiendo. - Resolver el problema: si sabemos por qué ocurre (1) y dónde está el error (2), y sabemos cuál es la solución (3) y, aun más, merece la pena (4), quizá podamos resolverlo. Pero no siempre es tan fácil (de nuevo a menudo: KindleGen).
- Documentar el error: Es muy importante que documentemos el error para control interno y ahorrarnos tiempo en el futuro, con las acciones llevadas a cabo y especialmente las decisiones tomadas. Dejarlo para mañana supone enfrentarse a regresiones (errores que corregimos antes y vuelven a aparecer) y cosas peores. Ejemplar: Ganso y Pulpo.
- Generar una nueva versión del eBook: complementario del punto anterior. Cada vez que corrijamos errores deberíamos crear una nueva versión del eBook y no sobreescribir la anterior. Así podremos seguir el rastro de errores y versiones, y prevenir regresiones.
- Volver a validar el eBook: para comprobar que el error ya no está y no se han generado otros. Hasta que esté libre de errores o bien hasta que estos no nos parezcan importantes ni impidan la lectura (y estén documentados).
Y finalmente la máxima calidad: validación manual
Una vez que nuestro eBook esté libre de errores con el proceso arriba descrito, repetimos el paso 8 con tantas herramientas como sea posible para validar el fichero.
Esta es la validación manual, que nos permite pasar de calidad 2 a calidad 3, cuyo proceso es similar: una persona experta (no una aplicación) revisa los ebooks uno por uno, no solamente con validadores automáticos sino también interactivos y preferiblemente los mismos que usarán los lectores. Cuantos más y más diferentes, mejor.
Repito la frase inicial: es necesario hacer notar que ninguna herramienta podrá darnos un eBook perfecto; de igual modo, ficheros legibles y adecuados para la venta podrían no pasar la validación automática limpiamente.
Pingback: Crear un libro electrónico - techleo