Murambi, el libro de los huesos: el deber de memoria

«En el momento de perecer bajo los golpes, los torturados habían gritado. Nadie había querido oírlos. El eco de aquellos gritos debía prolongarse todo el tiempo que fuera posible.» Murambi, el libro de los huesos.

Hace veinticinco años, entre abril y julio de 1994, fueron asesinadas un millón de personas. Ante el inmovilismo de los organismos internacionales y con la colaboración necesaria de algunos países occidentales. Veinticinco años después, la desinformación y los estereotipos sobre África siguen pesando en la visión y comprensión del genocidio ruandés.

Hace veinticinco años, nadie quiso escuchar las voces de las víctimas. Hoy no queremos resignarnos con nuestro silencio a la victoria definitiva de los asesinos: tomamos prestadas estas palabras de Boubacar Boris Diop para presentar el próximo 21 de mayo la edición digital de Murambi, el libro de los huesos, con posfacio del autor.

 

Murambi: historia, ficción y deber de memoria

Este año queremos convertir el Día de África, 25 de mayo, en un día de memoria con la publicación de Murambi, el libro de los huesos. Nos sumamos al compromiso que adquirió Boubacar Boris Diop cuando se unió, en julio de 1998, al proyecto «Ruanda: escribir por deber de memoria», uno de los ejemplos más reveladores de la utilidad de la ficción en la recuperación de la memoria del que os hablamos en este artículo de Wiriko.

En el marco de este proyecto y apenas cuatro años después del final de las matanzas, un grupo de escritores africanos, entre los que se encontraba Boubacar Boris Diop, recibieron el encargo de escribir sobre el genocidio. El autor explica, en un honesto e imprescindible posfacio incluido en esta edición digital, cómo se fraguó el proyecto y cómo descubrió su ignorancia ante esta «catástrofe africana de dimensiones cósmicas».

«Entonces, ¿quién se había reído de mí? Convencido de que era culpa de la CNN y compañía, me acordé de un proverbio de nuestro malicioso y casi irrefutable Wolof Njaay: Si pides prestados los ojos de alguien, no te sorprendas de acabar viendo, hagas lo que hagas, lo que el otro ve.» Murambi, el libro de los huesos.

Las conversaciones con los supervivientes y asesinos, y las visitas a los lugares donde se produjo el genocidio de los tutsis, supusieron para el autor una lección de historia que quiso compartir con los lectores. No obstante, Murambi, el libro de los huesos, sigue siendo una novela: una ficción que nos permite, a través de sus personajes, reconocernos en la tragedia y hermanarnos con las víctimas. Como le sucedió a la universitaria romana que, tras la lectura del libro, escribió al autor: «Durante años había sufrido enormemente a causa de lo sucedido en Ruanda, sin llegar nunca a comprender qué podía tener en común con sus actores […]. Para mí, todo eso ocurría en un mundo lejano y desconocido […] que me resultaba completamente ajeno. Gracias a la lectura de las obras de ficción sobre el genocidio, esos ruandeses se convirtieron poco a poco en personas tan familiares como mis vecinos de rellano y hoy en día sé que nada, absolutamente nada, me diferencia de ellos. Soy ellos y ellos son yo, eso es todo».

Genocidio ruandés: ejemplo de infogenocidio y desinformación sobre lo africano

«En este tipo de países, un genocidio no es demasiado importante», declaró el presidente Mitterand. Como explica Boubacar Boris Diop, las execrables palabras de Mitterrand «se apoyan en la antigua idea de la Françafrique, a saber, que la mala reputación de África permitirá siempre, en caso de necesidad, jugar con los reflejos negrófobos de la opinión pública». Sin duda, hoy existe más y mejor conocimiento del genocidio ruandés, pero hablar en términos generales como se habló de «barbarie africana», de «jefes africanos que arreglan sus problemas a machetazos», de «hutus que matan tutsis y tutsis que matan hutus» es la negación misma del genocidio y de la responsabilidad colectiva de Occidente en los hechos.

La mala reputación de África es un discurso que a Occidente le conviene mantener: es un razonamiento cómodo, que permite eludir responsabilidades y que consolida la visión de África subdesarrollada en la que puede suceder cualquier barbarie. Como declaraba en Gemma Parellada en una reciente entrevista en El Salto: «No contarla bien es una forma de seguir dominando África. […].Circulamos con petróleo nigeriano, tomamos chocolate en polvo de Costa de Marfil y nos comunicamos con móvil de coltán congoleño, pero hacemos creer que es África quien depende de Europa».

José Carlos Sendín también abordó la influencia de los medios de comunicación en nuestra percepción de los conflictos africanos. En el capítulo titulado «La desinformación sobre lo africano como “infogenocidio”» de Imaginar África (Los Libros de la Catarata, 2009), Sendín estudió el tratamiento del genocidio ruandés por Televisión Española y concluyó que la imagen que representan los medios de comunicación sobre África está dominada por los estereotipos negativos.

Por estos motivos, entre otros, veinticinco años después del genocidio ruandés muchos desconocen el papel que jugaron los países occidentales —Francia, en particular— en esta masacre. Veinticinco años después, ¿podemos seguir escudándonos en la falta de información? Si todos sabemos qué sucedió en el Holocausto, ¿por qué no todos sabemos qué sucedió en Ruanda? ¿Ignorar la historia hasta este punto tiene más de falta de información o de falta de humanidad?

Leed Murambi, el libro de los huesos

Leed Murambi, el libro de los huesos. Nunca os lo hemos dicho tan alto y claro, pero esta novela es imprescindible. No solo explica el último genocidio del siglo XX, sino que lo hace con la extraordinaria lucidez que caracteriza el pensamiento y la escritura de Boubacar Boris Diop.

A partir del 21 de mayo, Murambi, el libro de los huesos, estará disponible en nuestra web, en Lektu y en las principales librerías digitales. Como siempre para las compras en nuestra web, tenéis la posibilidad de personalizar y regalar este libro, reconocido por el jurado de la Feria Internacional del Libro de Zimbabue como uno de los 100 mejores libros de África del siglo XX.

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