Autora invitada: Alejandra Guarinos Viñals (*)
Cuenta una leyenda africana que cuando Dios creó el baobab el árbol era tan inquieto, se movía tanto, que lo castigó replantándolo con la copa en la tierra y las raíces al aire. Y así sigue. Por su longevidad, puede vivir más de dos mil años, el baobab es símbolo de sabiduría y considerado sagrado en distintas culturas africanas en las que cortarlo es un sacrilegio. Por supuesto pertenece al selecto grupo de árbol de las palabras. Esta sería razón más suficiente para escogerlo como nombre de un nuevo club de lectura de narrativa africana, pero es que hay más motivos, muchos más.
De las ocho especies que componen el género Adansonia al que pertenece el baobab, seis crecen en la isla de Madagascar, una en África y otra en Australia. De todas ellas, la especie africana es la más conocida. Su área de distribución se enmarca desde el Sahel, sobre todo Senegal, hasta el nordeste de África. Su hábitat es la sabana y su propagación es complicada porque requiere unas condiciones climáticas muy específicas. La palabra baobab procede etimológicamente del árabe bu hibab, que significa «fruto con muchas semillas».
El árbol tiene un aspecto muy singular, resulta inconfundible. Suele ser imponente: alcanza los treinta metros de altura y diez o doce de diámetro en la parte más ancha del tronco. Sus ramas irregulares parecen raíces y al no tener hojas durante ocho meses al año da la impresión de estar puesto del revés. El baobab no destaca precisamente por la gracilidad de su forma sino por su aspecto más bien barrigudo, por eso se le conoce también como árbol botella. Un bosque de baobabs no se parece en nada al bosque típico —verde, tupido y de esbeltos árboles—, pero eso no le resta encanto alguno. Rompe con todos los esquemas, por eso quizá resulta inolvidable y único. La floración del baobab se produce en junio y julio, sus flores colgantes de color blanco se abren por la noche para ser polinizadas por los murciélagos.
Conviene resaltar que el baobab es de naturaleza desprendida ya que provee de alimentos y agua a las poblaciones cercanas. El interior de su tronco abombado puede almacenar decenas de miles de litros de agua, recurso escaso y valioso en muchas zonas del continente. Los africanos aprovechan todo del baobab. Su fruto, llamado pan de mono, se presenta en forma de cápsula de cáscara dura cuyo interior se compone de una pulpa blanquecina con varios centenares de semillas. Esa pulpa se come o se mezcla con leche, se utiliza como bebida refrescante y en algunos lugares se cubre con una capa de azúcar para venderla como golosina. Se usa también como antidiarreico por sus propiedades astringentes, y para bajar la fiebre. Las semillas, muy nutritivas, se utilizan sobre todo para dar consistencia a las sopas, pero también se fermentan para emplearlas como aliño. Se pueden tostar para comerlas directamente o moler para extraer aceite vegetal. En Malí aprovechan el fruto vacío para hacer maracas y tocar música con ellas. Con la corteza fibrosa del árbol se fabrican cuerdas, bolsos y cestos. En cuanto a las hojas, ricas en proteínas y minerales, se consumen como verdura o en puré. En Senegal las secan y muelen para incorporarlas a las salsas. Además poseen cualidades antiinflamatorias.
Para muchos africanos el baobab es fuente de vida y, tal y como ha quedado demostrado, han sabido exprimir sus bondades y posibilidades al máximo. Ojalá que los asistentes al club Baobab hagan honor al árbol del que han tomado el nombre y sepan aprovechar las lecturas de los escritores africanos para nutrirse de su crisol de culturas e ir acumulando sabiduría sesión a sesión. El inicio es prometedor, el club ha arrancado ansioso por adquirir conocimientos, inquieto como el baobab de la leyenda.
(*) Alejandra Guarinos Viñals es la traductora al español de la obra de Venance Konan. En estos momentos trabaja en la novela de Fatou Keïta Et l’aube se leva. Con esta colaboración continuamos la serie «Traduciendo África(s)» que, en tono desenfadado, nos permitirá acercanos a las culturas africanas tomando como base sus traducciones publicadas en 2709 books y noticias de actualidad.
Créditos de la fotografía: Allée des Baobabs. Fuente: Wikimedia. https://goo.gl/4ku5ee