Publicado en Lecturafilia el 14.10.2015. Autora: Tensy Gesteira.
He descubierto literatura africana diferente, escrita por una africana de los pies a la cabeza y sin ampararse en tópicos. Mariama Ndoye es traducida por primera vez al español de la mano de la editorial 2709 books, quien nos da a conocer su obra De Abiyán a Túnez, una especie de reflexiones nacidas según el avance del propio pensamiento, y en medio de las actividades cotidianas. Parece literatura de viajes y mezcla características de la literatura egográfica, esa que nace de los recuerdos y que alterna pasado con presenta e incluso futuro.
Mariama Ndoye nació en Rufisque, Senegal, en 1953. Estudió Letras Clásicas en la Universidad de Dakar, obtuvo la licenciatura en 1976 y se doctoró en Letras Modernas en 1982. Tras cursar Museología en la Escuela del Louvre, fue conservadora del Museo de Arte Africano del Instituto Fundamental de África Negra en Dakar hasta 1986. Más tarde, durante su estancia de quince años en Costa de Marfil, fue profesora de Letras en el Instituto Sainte Marie de Cocody, en Abiyán, y consultora del Banco Africano de Desarrollo.
Siguió una estancia en Túnez, país en el que se consagró a la escritura. De vuelta en Senegal, fue la directora del Libro y de la Lectura del Ministerio de Cultura entre 2011 y 2013. En el año 2014 fue nombrada conservadora del Museo Léopold Sédar Senghor, ubicado en la antigua residencia del presidente, que hoy es propiedad del Estado senegalés. Precisamente, en De Abiyán a Túnez salta de un espacio a otro de manera precipitada, y tanto estamos en Senegal, como en Costa de Marfil o en Túnez: «Regreso al presente. Seis de la mañana frente al río. Dos cocoteros enmarcan la explanada-restaurante».
Estamos delante de una obra que nos conmina a debatir, a que pensemos continuamente en temas estrictamente de preocupación africana, pero otros tantos universales, como es el caso de la familia, la educación, las (des)igualdades entre hombres y mujeres, los recuerdos, la muerte… Y lo que ante todo caracteriza a la autora es que no tiene pelos en la lengua, y opina claramente sobre temas de actualidad. «La falta de delicadeza de los occidentales modernos sobrepasa a menudo el entendimiento de los africanos». «¡Que haya mujeres que esconden sus prominentes clavículas… mientras otras se empeñan en perder algunos malditos kilos…!».
En medio de las reflexiones y la dureza del mundo que le ha tocado vivir, nos encontramos con toques de humor, con sorpresa de la autora antes los acontecimientos del día a día, y el descubrimiento de las diferentes costumbres. En medio de su día a día atareado, Mariama nos confiesa que porta un diario en que consigna «todo lo bueno y lo no tan bueno, lo sublime y lo crapuloso».