Publicado en Relatos en construcción el 22.05.2015. Autora: Patricia Millán.
La literatura africana es una desconocida para mí. Mis incursiones previas en la literatura africana han sido nulas, al menos que yo recuerde, así que ha sido un placer poder adentrarme en la lectura de El camino de la salvación, de Aminata Maïga Ka, por cortesía de 2709 books e intermediación de Javi de Ríos.
Aminata Maïga Ka nació en 1940 en San Luis de Senegal, en el seno de una familia musulmana y universitaria. Profesora de Inglés, realizó sus estudios universitarios en la Universidad de Dakar y en Estados Unidos. Militante en política y en la causa feminista, ocupó varios cargos de especial relieve, como secretaria de Estado de la Condición Femenina o consejera técnica en el Ministerio de Educación Nacional en Senegal, así como en organismos internacionales. Falleció en 2005 en Gran Yoff, Dakar. En 1985 se publicó su primera obra, La voie du salut et Le miroir de la vie, a la que siguió, en 1989, En votre nom et au mien y Brisures de vies, en 1998. Además, escribió numerosos ensayos sobre la condición femenina en Senegal y críticas literarias sobre las obras de Mariama Bâ y Aminata Sow Fall.
En El camino de la salvación nos encontramos con Rokhaya, una mujer que vive en un pueblo relativamente pequeño y pobre de Senegal de acuerdo a las tradiciones. Tras nacer su hija Rabiatou, saltamos de una a otra protagonista. Esta última decide vivir su vida al margen de las tradiciones y abraza la sociedad más moderna, más conforme a las tradiciones europeas, decide trabajar y busca el respeto de la sociedad en la que le ha tocado vivir.
El camino de la salvación es un retrato del África actual y de las contradicciones a las que está expuesta: como trasfondo podemos encontrar la lucha entre las tradiciones y la irrupción de la vida moderna, encarnada en Europa. Pero además, también está la lucha de la mujer por alcanzar un papel más influyente fuera del entorno familiar, por tomar sus propias decisiones sin faltar al respeto a sus mayores. Es un equilibrio muy precario del que no siempre saldrá bien parada, como se muestra en esta historia, que tiene un final bastante previsible, aunque no por ello menos doloroso.
Esta novela, si puede ser tachada de tal, pues su reducida longitud lleva a considerarla más un relato largo o tal vez un ensayo ficcionado, nos lleva de la mano de una realidad que parece lejana, pero de la que sin embargo encontramos ejemplos similares no sólo en el continente africano, sino también en nuestra sociedad europea: la mujer, a pesar de sus esfuerzos por destacar tanto en el ámbito familiar como en el educacional o en el laboral, no logra nunca alcanzar una situación ecuánime con respecto a los hombres, hecho que queda reflejado en la pareja compuesta por Rabiatu y su marido.
El lenguaje es muy sencillo, directo, casi diría propio de una tradición que se revela oral y que sólo ha sido plasmada en papel para que las palabras de Amigata Maïga Ka lleguen más lejos de lo que su voz sería capaz de proyectar.
A pesar de que algunos de los temas son casi inexistentes en nuestra sociedad (véase la ablación), no será difícil ponerse en el lugar de la protagonista en muchos de los conflictos que atraviesa, donde será tachada de poco respetuosa con las tradiciones, poco mujer e incluso poco negra por querer encontrar su sitio en una sociedad que se balancea en precario equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo.