El camino de la salvación. Aminata Maïga Ka

Publicado en Literáfrica el 20.01.2015. Autora: Sonia Fernández Quincoces.

Aminata Maïga Ka se casó en segundas nupcias con Abdou Anta Ka (reconocido como uno de los grandes dramaturgos senegaleses). Sus casas en Thies y Dakar siempre estuvieron abiertas y fueron el punto de encuentro de muchos artistas; cineastas, pintores… pero sobre todo de escritores. De hecho, la pareja puso a sus tres hijos los nombres de escritores amigos suyos, reconocidos internacionalmente; Leopold Sédar Senghor, Mariama Bâ y Birago Diop. Aminata afirmaba que habría necesitado dos páginas para escribir los nombres de todos los escritores que conocieron, pero por encima de todos ellos destacó la figura y la amistad de una escritora única: Mariama Bâ, autora de Mi carta más larga.

Ambas pusieron a la mujer en el centro de su narrativa, pero si bien Mariama Bâ se negó a ser considerada feminista, Aminata Maïga Ka no rechazó de plano el término: «A mi manera lo soy», respondió. No en vano esta mujer comprometida había escrito cuatro novelas: La Voie du salut y Le Miroir de la vieEn votre nom et au mien y Brisures de vies, con las que trataba de sacar de la oscuridad temas como la violación, los matrimonios forzosos, la ablación o la violencia contra las mujeres.

El camino de la salvación es una novela corta que narra la historia de Rokhaya, descrita por su propia hija con estas palabras al inicio de la novela: «Una mujer que había sabido encarar sin protestar todas las fealdades de la vida: la humillación por parte de su marido, las exigencias de su hija, los caprichos de su nieto, la mezquindad y traición de sus amigas» y de su hija, Rabiatou. Dos generaciones y dos modos de entender la vida; una representa la tradición y la otra la modernidad, buscando el camino de la salvación, ¿la esclavitud? o ¿una libertad truncada, teledirigida?

Tiene esta novela mucho que recuerda a Mi carta más larga. En aquella, Mariama Bâ nos presentaba a una mujer viuda, Ramatoulaye, que iba desgranando su vida en una larga carta escrita a su amiga divorciada, Aïssatou. En esta, la voz desde el más allá de la madre cuenta su tragedia y la de su hija. En ambas, las mujeres de las anteriores generaciones contemplan cómo los nuevos tiempos les traen hijas que no dudan en mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, luchar por ser independientes e incluso entrar en la política/ejercer de abogadas. En ambas, los hombres usan las tradiciones (injustas) sin tener en cuenta lo que suponen para las mujeres que, libres u obligadas, comparten sus vidas con ellos.

El camino de la salvación salpica su previsible desenlace con ideas de calado, ya sean sobre la condición de la mujer senegalesa, ya sean sobre el futuro del propio continente, o sobre el choque cultural que supone la emigración y que en el caso de Rabiatou, que va a estudiar a París, le sirve para abrir los ojos.«Ella, que se las ingeniaba para imitar al blanco hasta en su manera de vestir y su manera de hablar, se prometió a sí misma que iba a volver a ser la negra de la que quiso renegar. Su vida le había abierto los ojos: hiciera lo que hiciera, jamás sería una blanca» (pág.36).

El deseo de independencia de los colonizadores europeos y la distancia con los blancos, que se muestra casi siempre infranqueable, también ocupa gran parte de las conversaciones de los hombres y se utiliza para argumentar comportamientos machistas. A la postre, la propia Rabiatou será vista como «poco negra» y como «muy europea» por su empeño en estudiar, leer, ser abogada, no depender económicamente de su marido y disfrutar de su pareja a cada momento del día, saliendo a la calle en su compañía. Del mismo modo, los hombres se calificarán entre ellos de «poco negros« o «muy poco africanos» cuando se topan con uno de ellos (Racine, el marido de Rabiatou) que les reprocha sus infidelidades, comportamientos y su relación de mutuo respeto en el matrimonio. Aludiendo a ese orgullo de africanidad (que usa identidad y tradición a su antojo) justifican sus acciones.

«Aminata Maïga Ka escribió esta obra entre 1977 y 1980, pero la reflexión acerca de la identidad, del conflicto tradición-modernidad, de los matrimonios concertados y de lo que la sociedad espera de la mujer (africana o no) sigue de actualidad. Quizá la sociedad en la que hoy vivimos no haya cambiado tanto como creemos y quizá este sea un buen motivo para leer la obra de esta escritora senegalesa». (2709 books).

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