Murambi, el libro de los huesos. Boubacar Boris Diop

Publicado en El jardín del sur el 24.06.2019. Autora: Verónica García-Peña.

Lo primero que voy a decir antes de comenzar con la reseña de este libro es que estoy muy agradecida de que existan obras como esta. Cada vez que a mis manos llega uno de los libros de la editorial 2709 books estoy más cerca de comprender, aprender y entender el continente africano, su historia, su vida… Y es que, no sé vosotros, pero yo me doy cuenta de cuánto me queda aún por aprender y de lo ignorante que soy en algunas cosas.

Respecto, por ejemplo, al genocidio de Ruanda, tema principal sobre el que versa Murambi, apenas sabía de su verdad. Y esa verdad, además, estaba en muchos aspectos adornada de etnocentrismo y viejos prejuicios heredados. Y no me da vergüenza reconocerlo. Aparte de escritora y periodista, soy socióloga y conozco y comprendo lo que pesa sobre nuestros hombros, aunque sea de forma involuntaria, siglos y más siglos de una actitud que, en ocasiones, nos hace ver la realidad solo a través de nuestro grupo, raza y/o sociedad juzgando a los otros con superioridad moral, usando nuestra cultura como el criterio exclusivo para interpretar y valorar la cultura y los comportamientos de esos otros.

Lo dicho. Me alegro de poder leer este tipo de literatura. Aprender cada día un poco más y descubrir nuevas voces y visiones que me incitan a buscar, no solo en la ficción literaria, sino en otras fuentes, realidades desconocidas. Alejarme de vez en cuando de la literatura a la que estoy más habituada (europea, norteamericana y latinoamericana) para acercarme a otras que enriquezcan mi saber y me ayuden a comprender mejor el mundo porque nunca debemos olvidar que la literatura, al margen de divertir, también sirve para conocer y para, aunque esté muy trillada la frase, curar la ignorancia.

Boubacar Boris Diop, novelista, ensayista, dramaturgo, guionista y autor de la novela de la que hoy hablamos, no es un desconocido. Es el autor de El libro de los secretos. Doomi Golo del que ya hablamos en anteriores reseñas. En 1998 participó con otros 10 escritores africanos en un proyecto de escritura sobre el genocidio de Ruanda: «Rwanda: écrire par devoir de mémoire», producto del cual nació su obra Murambi, le livre des ossements (Murambi, el libro de los huesos) en el que nos cuenta cómo, tras años en el exilio, el joven Cornelius regresa a Ruanda. El reencuentro con sus amigos de la infancia, Jessica y Stanley, y la visita a Murambi, el lugar donde pasó su niñez y donde todavía vive su tío Siméon, le darán las claves de su historia personal, trágicamente ligada a la de su pueblo donde descubrirá, además, una verdad aterradora que cambiará para siempre su visión de lo sucedido y le obligara a reexaminar su vida y quién es.

La novela está construida como una investigación en la que se cruzan las historias de víctimas y verdugos, para entender mejor el último genocidio del siglo XX. Una obra escrita como un deber de memoria para luchar contra el silencio que sería, sin duda, la victoria definitiva de los asesinos. Por eso Boubacar Boris Diop, tras su estancia en Ruanda y el estudio de lo que allí ocurrió, decidió que tenía que escribir esta historia y que lo tenía que hacer, además, de esta forma concreta.

¿Por qué? ¿Por qué formato novela y no un libro de no ficción? Estas y otras preguntas, este año 2019, en el que se cumplen veinticinco años del genocidio ruandés, tienen respuesta en la parte final de la novela, en un posfacio donde el propio autor nos lo explica y que no debéis dejar de leer.

La novela es una historia dura que, como ya hizo en El libro de los secretos, está narrada a modo de juego de espejos, convirtiendo la obra en un éxodo por los recuerdos de los distintos protagonistas, de uno y otro lado, de una masacre de la que, en realidad, apenas sabemos nada. Porque, decidme, ¿qué sabéis de lo ocurrido? ¿Qué conocéis en realidad? Más allá de lo que un día pudimos ver y oír en los medios, o de algún artículo más especializado, yo me atrevería a decir que sabemos poco. Al menos, ese era mi caso. Por eso os recomiendo leer esta obra y también acercaros, si todavía no lo habéis hecho, a la literatura africana para conocer, a través de sus palabras, otras formas de ver el mundo.

Y voy a concluir de la misma forma que lo hice cuando leí y reseñe El libro de los secretos (del mismo autor): tras leer Murambi, el libro de los huesos mis ojos están más abiertos y mi mente, también.

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