Escritoras africanas en la nieve

Escritoras africanas en la nieve

Publicado en África no es un país (El País) el 03.02.2015. Autora: Ángeles Jurado.

Hace frío y apetece quedarse en casa leyendo bajo una mantita, convertida en un ovillo de piel y pelo. Llueve, graniza o sopla un viento huracanado tras el cristal de la ventana y ése es el momento que ha elegido la ghanesa Ama Ata Aidoo para sentarse a nuestro lado en el sofá, discreta y sonriente, con su ancho rostro escarificado emanando esa bondad que parece capaz de derretir glaciares. Su novela Mi hermana aguafiestas, originalmente publicada en 1977 aunque totalmente actual y demoledora, acaba de salir a nuestras calles torturadas por el crudo invierno gracias a Casa África. Como explica la coordinadora de publicaciones de la institución, Estefanía Calcines, hablamos de una obra «que no ha perdido vigencia y que muestra el dilema al que se enfrenta la mujer inmigrante en Occidente, cuando por un lado intenta reafirmar su identidad y por otro se enfrenta al racismo».

Mi hermana aguafiestas es una obra peculiar, que mezcla prosa poética, prosa y estilo epistolar. Muy breve, de fácil lectura, subyugadora, experimental, nos describe tanto la realidad africana y de la diáspora como la realidad europea a través de la lúcida e implacable mirada de Sissie, una estudiante ghanesa que obtiene una beca inesperada para viajar por Inglaterra y Alemania. Sissie analiza lo que la rodea con equidistante curiosidad y sentido crítico. No se deja engañar por los oropeles de una sociedad vacía y triste, no se deja impresionar por el racismo más o menos velado y no cesa de preguntar a sus compatriotas por qué no regresan a su país, que tampoco es un paraíso, como muy bien sabe ella. Observadora, directa, desacomplejada, escribe una larga carta a su amante explicándole por qué regresa a Ghana y por qué desea que él la siga. También se describe su extraña amistad con un ama de casa alemana sin estudios, madre de un niño, profundamente desolada sobre un trasfondo gris en el que la estudiante africana resulta deliciosamente exótica y atrayente. Refleja, casi notarialmente, discusiones de africanos que se aferran a mil pretextos para no regresar a África, a pesar de la soledad, el vacío y la alienación que les atenazan en Occidente. Recuerda, sin piedad, los agravios de la colonización y la aculturización del continente africano, la plaga de los misioneros que llegaron armados con cruces y llamas.

Al leer a Ama Ata Aidoo, sabemos que Sissie podría estar de viaje todavía por Europa, haciendo las mismas preguntas incómodas y observándonos sumariamente, aunque la sombra del racismo y el miedo al extraño sea muy diferente en nuestros días a la que planeó sobre esta historia. Ya hemos dejado muy atrás los tiempos de la curiosidad fascinada de la colonia y el prometedor arranque de las independencias.

Casa África prevé incrementar los fondos de su Coleción de Literatura con otro título firmado por una mujer esta primavera: La estación de la sombra, de Léonora Miano, premio Fémina 2013. También apuesta por un texto autobiográfico, Cuando la esperanza y la historia riman, que se integrará en la Colección de Ensayo Casa África, y por un ensayo sobre el género y los roles sociales firmado por Amadioume Ify y titulado Hijas masculinas, maridos femeninos, que se sumará a la Colección de Historia y Política.

En el primer caso, conoceremos la historia de Amina Cachalia, una figura clave de la política sudafricana de las últimas décadas, protagonista de la lucha anti-apartheid y feminista, que además pudo haberse convertido en la tercera señora Mandela tras la separación del líder y Winnie Mandela y su propia viudedad. Las páginas de la autobiografía de Amina Cachalia muestran la peripecia vital de una mujer que va unida a la peripecia vital de un país y nos dan a conocer una figura central de la historia africana, rodeada de intelectuales, enviando libros a Robben Island e involucrada en mil causas políticas y sociales. Su autora murió a principios de 2013, casi un año antes que Mandela, y esta autobiografía se publicó apenas 37 días después de su fallecimiento.

Male daugthers, female husbands explora, por otro lado, cuestiones de género en sociedades africanas, centrándose especialmente en Nigeria y el periodo pre-colonial y poniendo bajo los focos la riqueza de culturas matrilineales, como la igbo, donde «el rol de la mujer es mucho más activo y decisivo de lo que se le supone tradicionalmente en muchos contextos africanos». Estefanía Calcines precisa que la aparición tanto de la biografía de Amina Cachalia como de la novela de Léonora Miano está prevista para el final del invierno o el principio de la primavera. Entre los meses de febrero y abril. El ensayo sobre identidades sexuales aparecerá en septiembre.

Estefanía añade que un poco antes, esta primavera, Casa África publicará un texto firmado también por una mujer, aunque española, y titulado Micrófonos de paz. La lucha de las mujeres periodistas contra la violencia sexual en la República Democrática del Congo. Su autora es Elisa García-Mingo y se inspira en las historias de mujeres como Caddy Adzuba para «explicar cómo las periodistas congoleñas han desarrollado una cultura periodística particular, caracterizada por una ideología ocupacional muy concreta, por la preponderancia del carácter de servicio público de su trabajo y por el producto final tan particular que crean».

Escritoras en eBook

«Las mujeres han llegado a 2709 books para celebrar este fin de año editorial. Estoy feliz», apunta por su lado Marina Mangado, responsable de la editorial, conectada por Skype desde Bruselas. En su caso, se trata de la senegalesa Aminata Maïga Ka y su obra breve El camino de la salvación, que vio la luz el pasado mes de diciembre, justo a tiempo para poner el broche final a 2014 e inaugurar un 2015 que será muy femenino en el caso de esta pequeña editorial especializada en libros electrónicos y autores africanos.

Las apenas 50 páginas de Aminata Maïga Ka recogen la historia de dos mujeres senegalesas, madre e hija, y de sus maneras de vivir la condición femenina y africana en unos tiempos que cambian. Es también el retrato de un mundo masculino que se acomoda, según le convenga, a la tradición y a la modernidad.

«El relato forma parte de una antología de relatos de mujeres, Las africanas cuentan, editado por la Universidad de Cádiz. Quería reeditar la antología completa, pero este relato tenía entidad suficiente para publicarse de forma separada. Me pareció una historia más actual de lo que podría parecer a simple vista. La situación de la mujer ha cambiado mucho desde 1980 (fecha en la que la autora terminó el relato), tanto en África como fuera de África. Pero creo que esa doble moral tradición-modernidad sigue vigente. Y no es únicamente africana», se expresa Marina.

Uno de los motivos por los cuales esta editora consideró que el texto es actual y universal es por cómo se centra en lo fácil que es dejarse llevar para pertenecer al grupo, para que no te excluyan. En este caso, para ser un africano comme il faut: polígamo, por más señas. «Tiene muchas capas de lectura. O, al menos, a mí me lo parece. Universo masculino versus femenino, coherencia personal versus pertenencia al grupo, amistad femenina versus amistad masculina. Aunque sea dramático, me conmueve especialmente la amistad femenina que aparece en el relato. Aparece más profunda, sincera, elemental, necesaria para vivir».

2709 books publicará durante este 2015 otros dos títulos firmados por mujeres: D’Abidjan à Tunis, de la Prix Ivoire senegalesa Mariama Ndoye, y Et l’aube se leva, de la marfileña Fatou Keïta.

«D’Abidjan à Tunis me parece una obra complicada y, quizá por ello, completa. Es récit de vie pero mucho más: relato de viajes, monólogo interior acerca de la evolución de la sociedad de África occidental, un cuadro de tres países vistos por una misma mujer (Costa de Marfil, Senegal y Túnez). Sobre Costa de Marfil y después de publicar a Venance Konan, quería una voz femenina. Et l’aube se leva me gustó porque muestra que en Costa de Marfil también hay una separación entre ricos y pobres como la que los occidentales piensan que sólo tenemos aquí y que, también allí, los ricos ignoran la vida de los pobres. Mundos paralelos, aquí y allí. Me parecía interesante publicar un libro que mostrase que en África también hay personas que viven bien y que ignoran la realidad de sus propios países. Compré la novela en un Salón del Libro de París hace unos años. La leí hace un par. Cuenta la historia de la hija de un ministro y su encontronazo con un niño de la calle.Y cómo, a través de ese niño, se acerca a un mundo que desconocía pese a estar a la vuelta de la esquina. De fondo, la crisis marfileña de principios de este siglo». Marina precisa que la protagonista de este libro es una mujer con estudios, independiente, moderna. Afirma que quería publicar una obra con una mujer de este tipo como protagonista, romper estereotipos y mostrar que en África hay muchas mujeres así, «como nosotras». «Bueno», titubea, «no sé si como nosotras, pero sí como los occidentales piensan que son las mujeres occidentales versus las africanas».

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